Aprovechamos el mes de julio, mes típico de vacaciones, para compartir una reflexión de nuestra colaboradora Pilar Millán, de Piks on Safari, sobre los viajes de turismo con el «objetivo» de ayudar.

Desde Wanawake Mujer queremos diferenciar lo que es el denominado «volunturismo» de un compromiso real de voluntariado. Queremos destacar nuestro apoyo al voluntariado como una herramienta indispensable en nuestro funcionamiento. Te animamos a que, si realmente quieres hacer voluntariado, lo hagas, pero con sentido y de una manera responsable y seria. Prepárate, fórmate e infórmate con mucha anticipación. Y hazlo de la mano de entidades comprometidas y responsables, que te garanticen (y tú lo verifiques previamente) un impacto real. El voluntariado no es turismo de cooperación, lo de menos debe ser el objetivo de viajar a un lugar exótico. El impacto es proporcional a tu implicación previa, a tu preparación, a tu implicación durante y, sobre todo, a lo que viene después: el voluntariado no debe acabarse cuando pisas el aeropuerto de vuelta a casa. Si realmente era voluntariado, era porque tenías inquietud social por la sociedad de destino, luego en tu país de residencia ese apoyo e implicación, debe continuar, si cabe más.

Gracias Pili por tu compromiso.

 

¿Te gusta ayudar cuando viajas? Aquí mis argumentos de por qué es mejor viajar responsable que hacer un «volunturismo o viaje de cooperación».

Por Pilar Millán Gutiérrez, de Piks on Safari.

 

Hace tiempo que siento la necesidad de escribir este post. No soy experta en cooperación, pero tampoco me ha hecho falta para ver la realidad de muchos de los voluntariados, concretamente muchos de los de Tanzania, desde que vivo aquí.

Yo misma estuve un mes en un orfanato que a su vez era colegio y donde supuestamente los niños y las niñas no tenían padres, o tenían situaciones precarias que requería que fueran apartados de sus familias. Con ese contexto, empieza mi experiencia. Y digo con ese, porque acababa de llegar a Tanzania y por desgracia no tenía otro. No sabía nada de nada. Y me vi juzgándolo todo, sintiendo pena por esos niños y niñas y queriendo cambiar todo lo que estaba en mi mano. Y qué gran error por mi parte no haberme preocupado de conocer primero el país, su cultura, su idioma y su forma de vida. Eso me hubiese ayudado a entender que ese voluntariado no tenía sentido alguno. Que allí no me necesitaban, más bien yo era la que necesitaba esa vivencia.

La historia es muy larga, y no es lo que os quiero contar, pero sí que es el origen de que empezara a entender que mi estancia en ese lugar no tenía ningún sentido, o al menos planteada de ese modo ni con la información de la que disponía sobre la sociedad tanzana.

Y todas esas vivencias, lo que vino después y como he ido evolucionando a raíz de haberme instalado en Tanzania y formado una familia aquí, es lo que ha propiciado este post. Mi necesidad de llegar a esas personas que tienen ganas de «ayudar», que quieren sentir que aportan algo en sus viajes. Mi única intención es ampliar la posibilidad de ese «algo» e ir más allá, a la vez que poner un poco de luz sobre algunos voluntariados, según mi experiencia personal.

Los voluntariados de corta estancia están en el punto de mira. Algunos se los conoce como «volunturismo», ya que a la vez que se «ayuda» unos días, también se aprovecha para hacer turismo por el país. Algunos voluntariados, si están mal enfocados, pueden tener un impacto negativo sobre la sociedad a la que en teoría vamos a «ayudar».

En mi caso, ojalá antes de plantearme hacer un voluntariado, me hubiese preguntado cosas como:

  • ¿Viajo al país de destino y me vinculo con la población local directamente sin conocimiento de la población beneficiaria o preparación ni experiencia previa o me vinculo aquí con alguna entidad internacional que tenga proyectos en destino?
  • ¿Conozco las necesidades reales de la comunidad donde voy, para ser consciente de si hace falta ayuda y qué ayuda exactamente?
  • ¿Qué experiencia tengo? ¿Es esa experiencia la que la comunidad necesita?
  • Si decido ir a través de una entidad localizada donde vivo pero que trabaje en destino, ¿la conozco bien? ¿me he preocupado de vincularme con ella con antelación (1 año mínimo) para implicarme de cerca y previamente en su trabajo? ¿soy consciente de quienes son las personas detrás y que van a responder por mí en contextos ajenos a mi control?
  • ¿La organización con la que viajo, tiene una contraparte local en el terreno y ha preparado el proyecto en el que voy a participar en función de las necesidades de la población beneficiaria, trabajadas y detectadas con esa contraparte local, o han preparado un proyecto ad hoc que me satisfaga a mí? ¿me han detallado exactamente qué voy a hacer y el impacto de eso? ¿Han compartido conmigo su proyecto y tiene una base sólida? ¿me han preparado y formado para participar en el proyecto y saber interactuar con población vulnerable?
  • El dinero qué pagaré, más allá de cubrir los gastos de sostenimiento que genere (vuelos, visados, comidas, etc) ¿qué impacto tiene exactamente?
  • El precio de ese voluntariado, ¿es justo para el nivel de vida del lugar al qué voy?
  • ¿Hablo el idioma o me podré comunicar con facilidad?
  • Los días que voy de voluntariado, ¿son suficientes para generar un impacto positivo en la población beneficiaria a la que me dirijo? ¿llevo información suficiente para entender el contexto social de ese lugar?
  • ¿Por qué la mayoría de los voluntariados son con niños y niñas? ¿Me necesitan? ¿Qué impacto tendrá mi estancia en sus vidas?
  • ¿Voy para los demás o a quién realmente quiero enriquecer con esta experiencia es a mi mismo/a?

 

En caso de que el voluntariado que tenemos en mente es en un orfanato en Tanzania, por ejemplo, entonces también tenemos el derecho y somos responsables de conocer la siguiente información:

  • ¿Cuenta el lugar con la licencia de casa de acogida? No sirve estar registrado como ORG solamente.
  • ¿Aceptan solamente a menores que vienen de servicios sociales? Es la única forma en que los orfanatos pueden admitir nuevos menores y como última opción.
  • ¿Reclutan a niños y niñas? Muchos orfanatos reclutan y no ofrecen soluciones mucho más duraderas y responsables como intentar mantener el núcleo familiar del menor ofreciendo otro tipo de ayuda.
  • ¿Promueven la reunificación familiar y en caso de no ser posible, promueven la adopción? Los orfanatos tienen que ser una opción temporal mientras se trabaja en la reunificación familiar, pero si eso no es posible, el orfanato debe promover un ambiente familiar para ellos.
  • ¿Cómo promueven un vínculo saludable con los menores y su bienestar? Un estudio de las NU revela que los menores que crecen en orfanatos tienen más riesgo de sufrir cualquier forma de abuso.

 

 

Desde mi humilde opinión, debemos empezar a reflexionar sobre las acciones que realizamos, sobre cómo nos relacionamos con este tipo de volunturismo, o en cómo nuestro privilegio puede empujarnos a querer vivir estas experiencias sin reflexionar antes sobre el verdadero impacto.

Como personas que queremos ofrecer nuestro tiempo a los demás, para que nuestro impacto no sea contraproducente, podemos intentar tener formación en aquello a lo que vamos a ofrecer nuestro tiempo; tener experiencia previa en esa misma posición o similar; asegurarnos que la falta de personas del lugar con esas características es el motivo por el cual se necesita nuestra aportación. Y muy importante: ir de la mano de una entidad responsable y a la que conozca ampliamente. Si una ONGD te dice que te puedes ir «ya» a sus proyectos, yo dudaría, para no llevarme sorpresas. No, ir a jugar con los niños y niñas negritos, no es ayudar. Y el turismo de cooperación nada tiene que ver con una experiencia real de voluntariado. Una experiencia de voluntariado debe ser concreta, definida, real de acuerdo con las necesidades del terreno y, a poder ser larga. Además, si con nuestro voluntariado pagado, quitamos lugares de trabajo a gente local, entonces estamos creando un problema aún mayor; antes de entregar nuestro tiempo y dinero, debemos ser capaces de tener un contexto real sobre el país para ser mucho más objetiv@s sobre todo aquello que viviremos. Y eso solo puede suceder si el voluntariado es de una duración extensa.

Mi experiencia me demuestra que el volunturismo, sea en Tanzania, o donde sea, se rige por poner a la persona voluntaria en el centro, en querer ofrecer a esta una experiencia única y transformadora. Además, perpetúa la idea de que esos países necesitan la ayuda de occidente. Que en verdad significa, a occidente le interesa perpetuar la visión que se tiene de ciertos lugares.

Tengo la percepción de que se nos han estado vendiendo una serie de conceptos sobre África que distan mucho de la realidad. Por ejemplo, África necesita ayuda de occidente; África como un país y no como un continente de 54 países, cada uno con sus peculiaridades que muchas veces nada tienen que ver entre sí; los niños de África, con sus moscas y sus mocos, nos necesitan; África es hambre, guerra, enfermedades…

Pero todo esto es solamente una versión de la historia, la que interesa para perpetuar ciertas acciones. Es nuestra obligación como viajer@s responsables, la de crear nuestra propia versión basada en una experiencia real.

Los voluntariados tipo volunturismo, perpetúan cierta visión y percepción que podemos intentar cambiar si nos informamos con antelación y consciencia del estilo de ayuda que vamos a ofrecer. Por ejemplo, perpetúa la figura del salvador blanco, es decir, «perpetuación de estereotipos y roles, ya que la persona blanca es la generosa, humana y caritativa hacia países empobrecidos por culpa de la explotación occidental» – Artículo Salvadores y Salvados de Afroféminas. 

Fomenta también la imagen del hombre/mujer blanco/a como «rey mago», un dólar andante que te concede deseos. Ojo, las cosas que no nos pondríamos en Europa no son aptas para la población «pobre». Ellos tienen la misma dignidad que tú, y si una camiseta está roída y no te la pondrías, lo mismo ellos. He visto a voluntarios cargando ingentes cantidades de ropa usada de su entorno cercano, que con buena voluntad han limpiado sus armarios de ropa que ya no se ponen; incluso kilos de caramelos para ¿ayudar o atraer a  los niños/as para nuestras fotos?

Esto último enlaza con otro de los motivos por los que rechazo ciertos estilos de voluntariados que consisten en publicar imágenes de menores (la mayoría de las veces fotos que reflejan pobreza) sin el consentimiento de sus padres o responsables legales. Además, de perpetuar un estilo de experiencia que no beneficia a la comunidad que te recibe, sino a unos pocos que se han lucrado por el camino.

 

África es un continente muy potente

En muchos lugares cuenta con infraestructuras de última generación, universidades de renombre donde se imparten toda clase de estudios, buenos hospitales, etc. Cuenta con gente muy preparada y llena de energía que se preocupan de mandar un nuevo mensaje al mundo sobre la realidad de estas tierras. Como personas que venimos a visitar el continente, podemos seguir apoyando a quienes promueven el cambio, que no buscan caridad ni solidaridad sino igualdad en sus oportunidades.

Necesitamos reflexionar sobre la impetuosidad que sentimos de querer ayudar a África cuando buscamos este tipo de experiencias.

Entendamos que es un continente que viene pisando fuerte. Solo hace falta ver, por ejemplo, la diáspora en el cine africano en las plataformas de contenidos visuales.

Sí, África tiene lugares donde el desarrollo tal y como lo entendemos tu y yo, aún no ha llegado, donde hay hambre, pero ¿acaso no tenemos esos lugares en Europa? ¿Acaso no tenemos a gente durmiendo en bancos en España y miles de pisos sin gente?

 

 

¿Cómo creo yo que se puede ayudar de verdad a cualquier sociedad?

Ofrece oportunidades de negocio allí donde vayas, y no caridad. Ven a visitar el país con un enfoque positivo, viaja bien, responsable, apoyando a esos negocios que con tanto esfuerzo la gente corriente ha comenzado. Conoce su realidad para que puedas volver a casa con una nueva perspectiva sobre el continente y poco a poco ayudar a romper estereotipos y prejuicios. Y cuéntala, ayuda a cambiar esa percepción también en tu entorno.

 

¿Porqué viajar con Piks on Safari a Tanzania es viajar con impacto positivo?

Los viajes que organizo a Tanzania pretenden crear un impacto positivo a todos esos negocios que se cruzan en nuestro camino. Antes de viajar recibirás en casa una flor muy especial (Maua), que simboliza la lucha contra la mutilación y el matrimonio infantil, a través del empleo de mujeres supervivientes de esa práctica que están cambiando su propio destino y el de sus hijas, en colaboración con la ONGD Wanawake Mujer. Además, viajando con Piks on Safari colaboras directamente en un proyecto para reducir el uso de plástico y otro que da voz a la gente albina en África. También viajaremos de la mano de guías locales, de mujeres guías que luchan por abrirse camino en una industria dominada por los hombres; cocinaremos en casa de mujeres que han iniciado sus propios proyectos; y bailaremos a ritmos tanzanos de la mano de bailarines que poco a poco quieren abrirse camino. Además, los alojamientos en los que nos quedaremos tienen proyectos sociales o medioambientales vinculados a ellos.

Porque para ayudar a una sociedad también podemos cambiar nuestra manera de viajar para generar un mejor impacto.  Vamos a viajar mejor para cambiar a un mundo mejor. 

Y si realmente quieres hacer voluntariado, hazlo, pero con sentido. Prepárate, fórmate e infórmate. Y hazlo de la mano de entidades comprometidas y responsables.

Estos conceptos son extrapolables a cualquier lugar. No solamente a África, o en mi caso Tanzania, que es el país donde vivo.

Espero haberte ayudado en la toma de decisión correcta de tu experiencia en Tanzania, en África o donde sea.

 

 

 

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