En nuestro camino hacia lograr fomentar que cada día más mujeres se incorporen al deporte y se unan a pruebas más técnicas, de una forma guiada y acompañada, favoreciendo la visibilidad de la mujer, en Wanawake hemos anotado una fecha importante, el 3 de junio.
Ese día, un grupo de 10 mujeres no profesionales, de entre 31 y 63 años, participará en el XXI Medio Maratón de Montaña del Ocejón, una dura y auténtica prueba en la que llevamos participando años, con talleres y carreras para los menores y este año, además, liguilla de fútbol.
Se realiza en Robleluengo, en los pueblos negros de Guadalajara, cubriendo un desnivel de casi 1000 m.
Esta prueba, como muchas que requieren alto esfuerzo y mayor tecnificación, tiene una escasa participación femenina (12%). La organización está trabajando para conseguir aumentar esa media. «Este año nos hemos focalizado en conseguir un mayor número de inscritas. A lo largo de nuestras veinte ediciones anteriores, algunas mujeres han terminado esta prueba, pero queremos muchas más. El objetivo es romper récords en este 2023», asegura Fernando Barbero, coordinador de la prueba.
Conocedoras por su experiencia de los impedimentos que hacen que las mujeres no vean mayoritariamente este deporte y estas pruebas como una opción para ellas, trabajan unidas para superarlos: falta de confianza, escaso tiempo para dedicar al deporte en su día a día, falta de material adecuado y tecnificación, miedo.
El próximo 3 de junio esas 10 mujeres se unirán para, juntas, demostrar que con entrenamiento, aprendizaje, acompañamiento y ganas, se logran grandes retos en el deporte y en la vida en general.
Mujeres que cada día disfrutan más de correr por entornos naturales y que quieren hacerlo más y más. Durante todo el año se están esforzando por aprender, por entrenar y mejorar. Se han marcado como meta ir poco a poco participando más frecuentemente en pruebas más técnicas, y más duras, por ellas mismas, y para dar visibilidad a las mujeres y normalizar la participación y ser cada día más.
Para algunas de ellas como Sole Capocci, de 38 años, que trabaja en el departamento de privacidad y banca responsable de un banco, hacer este tipo de pruebas es muy gratificante. «Como amante de la montaña, cualquier actividad que haga en ella, me da un placer infinito; si lo combino además con correr, me produce una sonrisa que no se borra con el tiempo, porque no sólo una hace algo que le gusta, sino que se genera una superación constante».
Para Yolanza Sanz, de 49 años, y que trabaja en el departamento de compras de unos grandes almacenes, correr por montaña y en retos duros respecto a distancia y desnivel le aporta libertad, felicidad, es su medicina, le reporta energía, momentos de pensar, encontrarte a ti misma en horas y horas de montaña.
Karima Mellouk, de 45 años, con 2 hijos adolescentes, 2 perros, es técnico de RRHH, «Correr por montaña me aporta PAZ, ENERGÍA, FELICIDAD; me demuestra que puedo, me empodera ¡aunque llegue la última!».
Maria José Moscoso, de 63 años, es una persona activa, independiente y con mucho mucho espíritu de superación. Dedicada al deporte desde siempre, ya hace 9 años que lo hace como atleta trasplantada hepática. «De siempre me ha gustado correr por montaña por la sensación de libertad e incluso trasplantada no me dan miedo las largas distancias. Con una buena preparación y sin arriesgar mucho, cualquiera puede participar y disfrutar de estas carreras».
Son aquellas que tienen cargas familiares las que encuentran más dificultades a la hora de sacar tiempo para entrenar. Para Asun Ramos, de 47 años, con dos hijos, resulta complicado compaginarlo todo; «es cuestión de priorizar y organizarse, y también resulta imprescindible tener el apoyo de la familia. Toca salir a entrenar antes de que amanezca y entrar a trabajar, o comer muy temprano y aprovechar la supuesta hora de descanso del mediodía. Es constancia y adaptación».
Erica Pérez, de 43 años, con dos niños y una niña, y su perro, achaca la baja la participación de mujeres en pruebas exigentes a que requieren tiempo de preparación, constancia, organización y sobre todo apoyo y ayuda (corresponsabilidad), y no todas las mujeres tienen la suerte de tenerla o las ganas de exigirla.
Almudena de Andrés, de 46 años cree que a día de hoy no existe igualdad real entre hombres y mujeres, y al final el peso de la casa e hijos recae más sobre las mujeres, que se tienen que convertir en superwoman para hacer todo, y todo bien, con lo cual no tienen tiempo para entrenar. Eso por un lado, y por otro, la percepción de que las pruebas de montaña son muy duras y no «son para mujeres».
Pilar Orenes, de 42 años, se siente orgullosa de formar parte de esta representación de mujeres. «Es una satisfacción ser referencia y demostrar que estos retos son alcanzables para todas, con entrenamiento y determinación».
Todas se sorprenden de que todavía en las pruebas la gente siga asombrándose al verlas y les digan «¡valientes!». No se consideran valientes, les gusta y les aporta mucho y quieren que todas lo descubran.
Mujeres, todas ellas no profesionales, que no dudan en, además de dar correr, ayudar a otras mujeres en peor situación. En la prueba lucirán nuestras originales flores en su equipo deportivo para apoyar a otras mujeres que corren peor suerte. Alegres MAUAs (flores en suhajili), flores únicas, diversas, atrevidas y valientes, como las mujeres que las producen de forma cuidada y artesanal. Mujeres que luchan por sus derechos, por la igualdad y por erradicar las tres formas tan extremas de violencia de género, tanto en Kenia (mutilación genital femenina y matrimonio forzoso), como en España (mujeres supervivientes de la trata con fines de explotación, beneficiarias del Proyecto Esperanza).
Las corredoras tendrán como meta no sólo finalizar la prueba, sino animar al mayor número de personas (participantes de la prueba, entorno cercano, familiares, etc.) a lucir flores y así ayudar a más mujeres en situación de extremada vulnerabilidad, convirtiéndose así en «Embajadoras MAUA por la igualdad de género».
Marta Cuadrado, de 37 años, tiene un hijo y una hija adolescentes, y es maquinista de tren en Madrid. «Luchemos todas por apoyar y terminar con el maltrato a mujeres y niñas en situación vulnerable tanto en España como en el resto del planeta, todas tenemos derecho a disfrutar de nuestra vida, y lucir estás preciosas flores MAUA hechas por esas mujeres y niñas les ayudará a tener una segunda oportunidad para ser felices!!».
Marta Chéliz, de 31 años, trabaja en la parte tecnológica de una entidad financiera, «Animo a todo el mundo a apoyar a este bonito proyecto; todo lo que sea aportar nuestro granito de arena haciendo lo que nos gusta es doblemente satisfactorio».
Su slogan será «LLENA EL MEDIO MARATÓN DEL OCEJÓN DE FLORES/MUJERES: CORRE con MAUA hacia la igualdad».
Mónica Batán, nuestra directora, que ya ha realizado la prueba en otras ocasiones, es una más del equipo: «Es muy importante para mí estar aquí y ser una más. Queremos que cada vez más mujeres descubran los beneficios que aporta este deporte, que sepan que se puede con entrenamiento y técnica, y que los más jóvenes normalicen el ver a las mujeres de forma paritaria en pruebas más duras y técnicas. Además, en este aprendizaje las mujeres que participan quieren ir más allá y ayudar y visibilizar a mujeres en extrema vulnerabilidad, supervivientes de las peores prácticas de la violencia de género. Lucen orgullosas sus flores y cintas porque saben que al lucirlas mucha gente se interesará por el objeto y ellas podrán sensibilizar respecto a la mutilación, el matrimonio y la trata, aportando su granito de arena. Y animan a todo/a el que pasa a llevarlas también».
Estamos seguras de que el equipo al completo finalizará la prueba. Incluso alguna de ellas podrían hacer pódium, pero no lo hará, porque para ellas lo más valioso esta vez es que lograron llegar a meta juntas, porque «juntas somos más fuertes».
Corre con Maua hacia la igualdad.
El equipo lo componen:
Mónica Batán Zamora 46 años, Madrid @mujerwanawake ✉️ info@wanawake.es – Directora Wanawake Mujer
- Erica Pérez Prada, 42 años, Asturias, @d.e.s.e.a.r
- Yolanda Sanz, 49 años, Andorra, @sanzpre
- Almudena de Andrés, 46 años, Madrid, @Almudena11
- Asunción Ramos Ropero, 47 años, Córdoba
- María Soledad Capozzi Miranda, 38 años, Argentina, @soledadcapozzi
- María Chéliz Usón, 31 años, Huesca, @mariaacheliz
- Maria José Moscoso, 63 años, Barcelona, @mariajose.moscoso.rega
- Marta Cuadrado, 37 años, Guadalajara, @martam_cg
- Karima Mellouk, 45 años, Córdoba
- Pilar Orenes, 42 años, Guadalajara, @orenes.pilar
Componentes del equipo
Mujeres que han dejado de cortar, realizando las flores MAUA
¡¡¡Que experiencia fue conoceros y veros llegar a todas a la meta!!!! Un trabajazo de equipo, muy grandes todas!!!!
Enhorabuena !!! un gran esfuerzo para un gran equipo de mujeres, solo puedo mostraros mi admiración.
Muchas gracias !!!!