En Madrid a 18 de diciembre de 2019

Autora: Mónica Batán, Directora y cofundadora de la ONG Wanawake; en el deporte es aprendiz de todo, experta en nada, pero siempre con el lema “quién dijo miedo”; utiliza las carreras para contar otras realidades.

 


 

No es casual que el deporte tenga una fecha propia señalada entre los prestigiosos días internacionales de Naciones Unidas, el 6 de abril, reconociendo su valía como herramienta para el desarrollo y la paz. Que el deporte transmite valores, es algo de lo que no tenemos la menor duda, pero que es capaz de expresar tanto, de unir y estrechar diferencias, y sobre todo, de dar voz, lo hemos experimentado en nuestras propias carnes en nuestra última gran aventura.

Del 6 al 14 de diciembre, el deporte ha unido a 12 mujeres muy diversas y de gran carácter, de diferentes provincias (Alicante, Burgos, Ibiza, León, Madrid y Menorca) y edades (entre los 26 y 55 años), voluntarias de la ONG Wanawake Mujer, con el objetivo de enfrentar la violencia de género más radical, y favorecer la igualdad.  

Tras meses de trabajo conjunto previo de planificación y coordinación de actividades, nos enfrentamos a un gran y emotivo reto en el entorno de la Reserva Natural Masai Mara en Kenia, para sensibilizar y combatir la mutilación genital (MGF) femenina y el matrimonio forzado (MF) de niñas. Un reto que ha quedado en la memoria de las 12 para siempre: realizar un recorrido de 21,5 kilómetros, un medio maratón, replicando el recorrido que las niñas masai hacen desde una de sus aldeas natales hasta alcanzar una meta segura, huyendo de estas prácticas que vulneran sus derechos más básicos.

 


Supervisando el terreno

 


Supervisando el terreno

 

 


Perimetrando la carrera

 

 

Lo hicimos con todo lo que conlleva coordinar una acción de esta magnitud en un área tan remota donde las cosas no sabes cómo van a suceder hasta el último momento, en la que la improvisación es imprescindible ante la escasez de recursos, en época de lluvias intensas (llueve a cántaros), por caminos “rotos” (literal) de tierra de la región de Narok, por los que transitan cebras, jirafas y ñus, y hasta leones, y donde se entrenan los mejores atletas de larga distancia del mundo, por encima de los 2.400 metros de altitud, haciendo un homenaje a todas esas valientes que “corren” y escapan para cambiar y salvar su vida. Niñas con las que hemos convivido durante esos intensos días, y que no nos han dejado indiferentes. Puntos de avituallamiento, incorporaciones por kilómetros, coordinación con policía y equipo médico, perimetración del recorrido a base de correr por lo desconocido de madrugada, supervisión, creación del track para seguimiento, etc etc han estado incluidos en la aventura.

 


Salida de la media maratón

 


En carrera, kilómetro 10

 


Avituallamientos

 

 

Según Carmen Gómez (bióloga y madre, practica yoga, pilates y aquafitness).

“En este viaje a Kenia he conocido a niñas tan valientes, generosas y luchadoras que me han dado una lección de vida y me han dejado enamorada”.

 

Pudimos vivir kilómetro a kilómetro lo que son capaces de hacer estas niñas, auténticas heroínas, que se unieron al recorrido en el último kilómetro para apoyar esta manifestación frente a la violencia de género y expresar su rechazo a ritmo de canción masai, dando una lección de resiliencia que nos dejó a todas pasmadas.

 

Así lo expresa Silvia Sevilla (PhD. Aprovechando un paréntesis en la vida para descubrir mundo y aprender de una misma)

«Ha sido una semana muy intensa y llena de emociones en la que hemos podido compartir un tiempo maravilloso con unas niñas muy valientes, que han apostado contundentemente por defender sus derechos.»

 


Con las niñas y Agnes Pareyio a 1 km

 

 


A punto de entrar en meta

 

 

Para Conchi Maqueda (gran amante de los valores que transmite el deporte)

“La experiencia ha sido muy emotiva y esperanzadora, y ahora creo que erradicar esta práctica sí es posible”

 

Yo, Mónica Batán, directora y cofundadora de Wanawake Mujer, ya realizé el reto de 42 kms en 2012. Me di cuenta de que el deporte transmite muchas de las realidades de las niñas”. “Cuando una niña tiene que ir al colegio, suele recorrer más de 5 km diarios; cuando busca agua, camina 10 km; y, lo que es más duro, cuando una niña decide escapar de la MGF desde su aldea, realiza una auténtica maratón (hasta 42 kms) en medio de la sabana africana, a tenor de los peligros de los “big five”. Nosotras corremos por ocio, ellas lo hacen para salvar la vida. Y es por eso por lo que, sin duda, esta peculiar carrera reivindicativa de “Correr por donde los leones transitan el libertad, para evitar la MGF” dejó a nuestras voluntarias con el corazón contraído. Kilómetros de aventura, que para las pequeñas supone una auténtica carrera de supervivencia.

 


Voluntarias con las niñas de Tasaru Ntomonok, rescatadas de la MGF y el MF

 

 

Elena Luna (Viajera, aventurera, triatleta y a todo sí!!) nos cuenta:

“De esta aventura me quedo con la generosidad, bondad, gratitud y valentía que tienen estas niñas…no dejan de causarme admiración!!! Son fascinantes!”

 

La meta de la carrera discurrió por un emotivo pasillo conformado por mujeres masais y madres de las niñas, algunas de ellas exmutiladoras, que se unieron en los últimos metros, junto a otros miembros de la comunidad masai y las sociedad keniana. Entre ellos, Agnes Pareyio, líder de la ONG local Tasaru Ntomonok (rescate a la mujer), una de las activistas sociales más reconocidas a nivel internacional, nombrada Mujer del Año por la ONU y máxima representante del Gobierno en Kenia en la lucha frente a estas prácticas, que no dudó en calzarse las zapatillas.

 


Agnes Pareyio arropada por la embajada de España en la graduación

 

 

Teresa Mechoso (informática, practica yoga, experta en aprovechar pequeños momentos y disfrutar y cuidar de la gente sencilla):

“Ha sido una experiencia única llena de lecciones vitales, estas pequeñas son unas gigantes, unas auténticas maestras del arte de vivir, de soñar, de sobrevivir”.

 

Todas juntas, emocionadas, eufóricas, entramos en la meta, que era la escuela donde se celebra la ceremonia de graduación de un “Rito de Pasaje Alternativo a la Mutilación Genital Femenina” (ARP por sus siglas en inglés), uno de los programas locales de una semana de duración centrado en la educación, que mayores resultados está obteniendo en la prevención de estas prácticas que vulneran los derechos más básicos de las niñas.

Esa graduación, que se ha convertido en una potente herramienta de cambio, es una gran fiesta, en la que las niñas demuestran ante toda la comunidad que, a través de la educación y sin necesidad de ser cortadas, están preparadas para ser mujeres.

 


Seminario ARP

 

 


Ceremonia de Graduación ARP

 

 

Lucía Ribas (mujer inquieta, esposa rebelde y madre imperfecta. Su deporte favorito es aquel que la eleva las pulsaciones hasta sentir un amor inconmensurable por aquellos que sufren y aún así siguen adelante)

«Niñas tan valientes como las de Tasaru son la esperanza de un mejor futuro».

 

Antes de la graduación, las 12 voluntarias de Wanawake desarrollamos un programa de deporte como herramienta para visibilizar y favorecer la igualdad de género con las niñas masai (de entre 8 y 17 años) que están en situación de vulnerabilidad, introduciéndose así en las actividades programadas en los seminarios del ARP.

 

Yolanda Vázquez (triatleta, madre, escribe sobre nutrición, salud, yoga, deporte y mujer en revistas y webs como Sport Life, BIKE, YogaFit, Triatlón; fundadora de La Carrera de la Mujer y el Mountain Bike de la Mujer).

“Un viaje perfecto porque une deporte, mujer y solidaridad. Desde que conocí a estas niñas valientes en 2017 estaba deseando volver a verlas para ponernos al día, correr, hacer yoga, etc. Ellas son una fuente de motivación cada día para mi”.

 


Jugando al fútbol

 

 


Niñas y voluntarias haciendo deporte

 

 


Niñas y voluntarias haciendo deporte

 

50 niñas que participan en el rito, y más de 63 rescatadas de la mutilación y el matrimonio forzado, tuteladas por la ong local, realizaron Yincanas, yoga, entrenamientos funcionales, y todo tipo de actividades físicas y, a la vez, aprendieron valores importantes que favorecen su convivencia en igualdad, en una firme apuesta del deporte como herramienta eficaz para la transmisión de valores. Mientras pasaban el balón, gritaban “nosotras somos fuertes”; mientras saltaban, aseveraban “yo puedo”; mientras hacían yoga, expresaban “sé lo que quiero”.

 

Cristina Borbolla (funcionaria, madre con actitud y trotamundos)

«Ha sido una gran experiencia. Lo que te aportan estas niñas es indescriptible»

 

Mari Carmen (alias Mari, independiente, inconformista, funcionaria fuera del sistema, administrativa, contable, resolutiva y siempre queriendo aprender y ayudar, yogui)

“La experiencia ha sido muy enriquecedora, por las pedazo mujeres voluntarias con las que he colaborado y por las niñas que enseñan tanto sin saber que lo hacen”.

 


Niñas y voluntarias haciendo deporte

 

 


Niñas y voluntarias haciendo deporte

 

 


Niñas y voluntarias haciendo deporte

 

 

Las niñas también tuvieron su carrera infantil “STOP Mutilación”, en la que, ataviadas con dorsales que llevan mensajes de oposición a la práctica, compitieron y se ayudaron durante algo más de 1 kilómetro. No faltó el pódium, las medallas para todas, los trofeos para las tres primeras y también para la última por su esfuerzo, los regalos (gracias a la involucración de empresas como Grupo NUBA, Santander, Tuga, Stroong, New Balance). Sin duda, fue un marco incomparable para que las niñas celebraran el camino que están recorriendo hacia la igualdad.

 

Rosario Ramírez (profesora. Ciclista, corredora, culturista aficionada).

“He regresado de Kenia cargada de vivencias y emociones que no olvidaré jamás. Las niñas me han dado mucho más de lo yo les he podido aportar a ellas”.

 

Ana González (Analista de Marketing en Telefónica, está empezando a engancharse a correr)

“Ha sido mi primera experiencia de cooperación internacional y me llevo una semana muy intensa con muchas experiencias muy enriquecedoras que espero pueda volver a repetir”

 


Carrera de las niñas

 

 


Carrera de las niñas

 

 


Pódium

 

 

Todas estas actividades, lideradas por esas 12 potentes voluntarias, han sido, sin duda, un auténtico reto solidario, sostenible y respetuoso, que demuestra, una vez más que el deporte ayuda a cambiar el mundo, que es capaz de unir a gente diversa y demostrar a la sociedad que entre todos y todas, lo conseguiremos.

 

 

Wanawake Mujer es una asociación española sin ánimo de lucro que tiene como objetivo principal promover la igualdad de género y luchar contra todas las formas de violencia ejercida hacia las mujeres y las niñas. Su trabajo tanto a nivel nacional e internacional, se centra en el empoderamiento a través de alternativas productivas para las mujeres y del acceso a la educación para las menores. Un trabajo que contempla también la sensibilización y educación de nuestra sociedad dentro del marco de la educación en valores y que involucra la población en general y a todos los agentes sociales y entidades de cualquier área y sector (públicas, privadas y tercer sector) para aunar esfuerzos y sumar iniciativas hacia la igualdad real entre hombres y mujeres y el fin de la violencia.

 

 

 

 

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